Ayuntamiento de Haro
Fíjate en la fachada de este edificio: es el Ayuntamiento de Haro, también conocido como Casa Consistorial. Se construyó en el siglo XVIII, exactamente entre 1769 y 1778, siguiendo el estilo neoclásico. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tantos edificios históricos en España muestran este estilo claro y simétrico? Aquí tienes un ejemplo perfecto: líneas definidas, piedra tallada y una elegancia serena que llama la atención al instante.
Lo que destaca es la inscripción sobre la entrada, que remite al reinado de Carlos III. Esto demuestra la estrecha relación de la historia de este lugar con la monarquía española. Y observa, en la parte alta de la fachada, el reloj colocado en 1857, que desde entonces forma parte esencial del paisaje urbano. Imagina cómo las personas de aquella época miraban la hora para organizar su día, sin smartphones ni dispositivos digitales.
La planta baja está caracterizada por arcadas con arcos de medio punto, que no solo son estéticamente agradables, sino que también protegen del sol y la lluvia. Sobre ellas se extiende un balcón continuo, ideal para saludar a los ciudadanos o pronunciar discursos en eventos importantes. ¿Has pensado alguna vez cómo sería estar aquí hace más de 200 años y sentir la atmósfera de entonces?
El Ayuntamiento se encuentra en la Plaza de la Paz, la plaza principal de Haro. Este lugar siempre ha sido el corazón de la ciudad: un punto de encuentro, de vida y celebración. El edificio en sí habla de una época en que Haro prosperaba económicamente y esto se reflejaba en su arquitectura. Por lo tanto, no es solo una sede administrativa, sino también un fragmento de historia viva que sigue atrayendo visitantes.
La próxima vez que pases por un ayuntamiento, recuerda: detrás de sus muros hay algo más que burocracia. Allí se entrelazan el arte, la historia y la vida cotidiana de la gente, y eso es lo que hace que estos lugares sean tan fascinantes.




