Del Parque del Castillo a la Costa: Ruinas del Castillo, Iglesia de San Nicolás y el Puente de 756 metros

Imagina que estás en un lugar que ha respirado historia desde el siglo XIII: las ruinas del Castillo de Sölvesborg. Esta fortaleza fue en su día la más grande e importante de toda la región del este de Dinamarca. Parece increíble pensar que aquí, hace más de 700 años, latía el corazón de toda una zona.

¿Sabías que este castillo cambió de manos varias veces con el paso de los siglos? Primero perteneció a Dinamarca, luego en 1332 pasó a Suecia, solo para volver a ser danés en 1360. Esta historia llena de giros se refleja en las piedras que ves ante ti.

Una pregunta interesante: ¿qué ocurre con un castillo cuando pierde su valor militar? Eso fue exactamente lo que sucedió aquí alrededor de 1564. Poco a poco dejó de utilizarse hasta que en el siglo XVII incluso sirvió como cantera. Las piedras que hoy contemplas son los vestigios de una época en que estos muros todavía vibraban con vida.

Y hay aún más por descubrir: en 1452, el castillo fue incendiado por Karl Knutsson, un capítulo dramático en su historia. Más adelante, en 1525 y 1526, funcionó como refugio para el conocido pirata Sören Norby. Piensa en cómo estos muros fueron testigos de tantas historias y aventuras.

Hoy, las ruinas y el parque que las rodea invitan a quedarse un rato. Aquí no solo puedes sentir la atmósfera de tiempos pasados, sino también disfrutar de un paseo tranquilo. Si tienes curiosidad, vale la pena visitar el cercano Museo de Sölvesborg, donde se expone material encontrado en el castillo y la historia cobra vida.

Así que, mientras estás aquí contemplando estas viejas piedras, pregúntate: ¿qué relatos podrían contar estos muros si pudieran hablar? Las ruinas del Castillo de Sölvesborg son más que un montón de piedras; son una ventana a un pasado intenso que está esperando a que lo descubras.

¿Alguna vez te has imaginado viajar en el tiempo hasta la época en que esta ciudad estaba naciendo? Aquí puedes sentirlo de verdad, porque la Iglesia de San Nicolás en Sölvesborg es un testigo auténtico del siglo XIII — el edificio más antiguo de la ciudad que ha llegado hasta nuestros días.

¿Qué hace especial a esta iglesia? Es un magnífico ejemplo del gótico de ladrillo típico del norte de Alemania. Lo reconoces por sus ladrillos rojos y los arcos puntiagudos, características propias de este estilo arquitectónico. Solo con su arquitectura se cuentan historias de artesanos que dejaron su huella aquí hace más de 700 años.

Mira hacia arriba, en el coro, la parte más alargada de la iglesia. Es la sección más antigua, y originalmente fue añadido a una iglesia aún más antigua. Esto muestra cómo la iglesia ha evolucionado con el tiempo: un verdadero rompecabezas de diferentes épocas.

¿Has notado la torre oeste? Fue añadida hacia finales del siglo XIV y le da a la iglesia su aspecto distintivo. Imagina cómo esta torre servía entonces como punto de referencia para las personas que se movían por los alrededores.

Otro detalle destacado son las pinturas al temple del siglo XV que se conservaron cuidadosamente durante la última gran restauración en 2022. Estas obras de arte no solo son bonitas de ver, sino que también nos ofrecen una ventana a las creencias religiosas y la vida cotidiana de aquella época.

En el interior, encontrarás un retablo de los años 1589 a 1590, inspirado en el famoso artista Hendrick Goltzius. Muestra cómo aquí se fusionaron el arte y la fe. El púlpito, de 1591, lleva el escudo de armas de Casper Markdanner y el lema “Dios es mi ayuda”, una expresión de confianza y esperanza que aún se siente hoy.

Dime, ¿alguna vez te has preguntado cómo se siente estar en un lugar que ha resistido tantos siglos? En la Iglesia de San Nicolás puedes experimentarlo. Cada piedra, cada detalle, cuenta una historia que te conecta con el pasado.

Así que tómate un momento, mira a tu alrededor y déjate envolver por la atmósfera. Esta iglesia no es solo un edificio, sino un pedazo vivo de historia en pleno corazón de Sölvesborg.

¿Sabías que este lugar es el punto de inicio de una de las rutas de senderismo más largas de Blekinge? El Blekingeleden se extiende a lo largo de impresionantes 270 kilómetros y te lleva desde aquí, desde Sölvesborg, atravesando la variada naturaleza hasta Bröms, en el noreste. Imagina recorrer 15 etapas diferentes, pasando por frondosos bosques, praderas abiertas y junto a lagos relucientes, cada etapa con una distancia entre 8 y 34 kilómetros, perfecta para que descubras la naturaleza a tu ritmo.

¿Qué hace tan especial este recorrido? Es muy sencillo: está señalizado con marcas llamativas de color naranja que te indican el camino correcto en todo momento. Así podrás disfrutar plenamente de la experiencia sin tener que consultar constantemente el mapa. Y si necesitas descansar o incluso pasar la noche, a lo largo del sendero encontrarás refugios y áreas para acampar, ideales para relajarte bajo el cielo estrellado.

¿Alguna vez te has preguntado cómo es acampar en plena naturaleza sin causar impacto? En Suecia existe el denominado "Allemansrätten", o derecho de acceso a la naturaleza, que permite disfrutar y acampar libremente siempre que se respete el entorno y no se invada propiedad privada. Esto convierte al Blekingeleden en toda una aventura para quienes buscan libertad y conexión con la naturaleza.

Además de la naturaleza, Sölvesborg ofrece interesantes vestigios históricos. Por ejemplo, puedes visitar la iglesia de San Nicolás, del siglo XIV, y la piedra rúnica DR 356, reliquias que narran historias de personas que habitaron estas tierras hace siglos.

Y si después de la caminata quieres seguir explorando, la conexión es excelente: la estación de tren de Sölvesborg te conecta directamente con Malmö y Copenhague. Así podrás planificar tu viaje con total libertad y movilidad.

Entonces, ¿qué te parece imaginar que estás a punto de comenzar la ruta, respirando aire fresco y adentrándote paso a paso en el paisaje diverso de Blekinge? El Blekingeleden está esperando a que lo descubras, con toda su belleza natural, tesoros culturales y la libertad que sólo Suecia puede ofrecer.

Imagina que estás sobre un antiguo cordón litoral que hace miles de años estaba justo al borde del mar, aquí mismo, en el campo de tumbas Skebbas Rör. Este lugar no es solo una parcela en el bosque, sino un fascinante testimonio de la Edad de Hierro que nos ofrece una ventana a la vida y los rituales de la gente de entonces.

El campo de tumbas ocupa aproximadamente 40 por 25 metros y alberga varias estructuras funerarias. La mayor de ellas es un túmulo de piedras de unos seis metros de diámetro, conocido como Skebbas Rör, que da nombre al lugar. Además, encontrarás dos alineaciones de piedras redondas y bajas, una alineación rectangular, un círculo de piedras y dos piedras construidas más pequeñas. Cada uno de estos conjuntos tiene su propia historia y revela la diversidad de los rituales funerarios en esta región.

¿Te preguntas por qué estas piedras están dispuestas así? Marcan las sepulturas de personas que vivieron y murieron aquí hace mucho tiempo. La disposición y forma de las tumbas brindan pistas a los arqueólogos sobre cómo estaba organizada la comunidad y qué importancia concedían a sus muertos.

También resulta interesante su ubicación: el campo de tumbas está situado sobre un antiguo cordón litoral que hoy se encuentra a unos 500 metros del mar. En aquella época, el mar estaba mucho más cerca, y la gente eligió este lugar de forma intencionada para sus enterramientos, quizá por la proximidad al agua o por las características especiales del paisaje.

Justo al sur, se extienden restos de campos históricos delimitados por bajos muros de piedra. Este sistema agrícola medieval es uno de los mejor conservados de toda Suecia y muestra cómo la gente no solo vivía aquí, sino que también cultivaba sus tierras.

Si observas bien, podrás distinguir los límites de las diferentes parcelas, un ejemplo fascinante de cómo el paisaje y la cultura han estado entrelazados durante siglos.

Y por si te interesa saber si este lugar es único: muy cerca, en Lörby, se encuentra el campo de tumbas de Hjortahammar, uno de los mayores de Escandinavia con alrededor de 120 alineaciones de piedras. Esto demuestra la riqueza histórica y arqueológica de esta zona.

Antes de continuar, date un momento para mirar a tu alrededor y reflexionar: ¿qué historias podrían contarnos estas piedras si pudieran hablar? ¿Qué personas vivieron aquí, rieron y encontraron su último descanso? Este campo de tumbas es mucho más que un lugar; es una ventana a un mundo muy lejano en el tiempo.

¿Alguna vez has visto un puente que mide casi 760 metros de largo y está diseñado solo para peatones y ciclistas? Eso es exactamente el puente de Sölvesborg, uno de los más largos de Europa, construido especialmente para ti y para quienes disfrutan caminar o pedalear. Une el vibrante centro de Sölvesborg con la península de Listerlandet y el nuevo barrio residencial de Ljungaviken, transformando la movilidad en esta zona.

¿Te imaginas cuánta acero y hormigón se necesitan para levantar una estructura así? La respuesta está en unos 600 toneladas de acero, 50 toneladas de barras de refuerzo, 2 toneladas de tornillos, 500 metros cúbicos de hormigón y 7.5 kilómetros de tubos para la barandilla. Una cantidad impresionante de materiales que se combinan para crear una construcción sólida y a la vez estilizada.

Lo que llama la atención son los tres arcos distintivos que se elevan 17 metros sobre el agua. No solo son un punto arquitectónico destacado, sino que también le dan al puente su forma característica. Y si lo visitas de noche, verás que el puente se ilumina con diferentes colores gracias a su iluminación LED eficiente, que realza espectacularmente los arcos.

¿Te apetece tomar un respiro? El puente cuenta con cuatro miradores desde donde puedes disfrutar en calma los alrededores naturales y el agua. El lugar perfecto para relajarte un momento y dejar que la vista se pierda en el paisaje.

Otro dato interesante: el puente de Sölvesborg fue construido con un acero dúplex especial llamado Forta LDX 2101. Esto no solo lo hace extremadamente resistente, sino también casi libre de mantenimiento y respetuoso con el medio ambiente, una decisión inteligente hacia la sostenibilidad.

Se inauguró en diciembre de 2012 y pronto se convirtió en un punto de encuentro popular tanto para locales como para visitantes. Tanto así que en 2016 apareció en un sello postal sueco, una verdadera muestra de cuánto se valora aquí.

Así que, mientras estamos aquí admirando el puente, puedes imaginar cuántas personas lo usan a diario para ir al trabajo, hacer deporte o simplemente disfrutar de la naturaleza. El puente de Sölvesborg es mucho más que una conexión física: une personas, lugares e historias de una manera muy especial.